Uno de los hábitos de las personas económicamente prósperas es organizar sus finanzas.

Existen algunas formas sencillas de organizar tus ingresos y gastos de manera que contribuyan a tu éxito financiero.

Afortunadamente, organizar tus finanzas no es tan difícil como parece. Una vez que tengas tu presupuesto, tus facturas en orden, tus finanzas personales serán más fáciles de administrar y no te encontrarás haciendo malabarismos con los pagos o cuestionando si tendrás suficiente dinero para salir adelante hasta el próximo día de pago. Si estás listo para comenzar, estos cuatro pasos te iniciarán en el camino correcto para establecer metas financieras, realizar un seguimiento de tus gastos y crear un presupuesto:

1. Conoce tus cuentas

Un gran primer paso es conocer todas las cuentas. (Podría decirse que es la parte más difícil). Más específicamente, necesitas conocer información sobre tus activos, pasivos, ingresos y gastos.

Activos: cuentas bancarias, cuentas de jubilación, garantía hipotecaria, otros bienes inmuebles o inversiones.

Pasivos: tarjetas de crédito, préstamos estudiantiles, hipotecas, otras fuentes de deuda.

Ingresos: salario, obsequios, pensión alimenticia, ingresos por inversiones, ingresos comerciales, etc.

Gastos: Extractos de tarjetas de crédito y débito, retiros de efectivo o cajeros automáticos, otras fuentes de gastos.

Organiza esta información utilizando archivos, hojas de cálculo o cualquier otra sistema que funcione para ti. De las cuatro categorías, “gastos” es la categoría menos sencilla para la cual obtener una imagen clara. Por ahora, simplemente identifica las formas en las que el dinero sale de su bolsillo.

2. Determina tus metas

Una vez que tengas todos tus documentos en su lugar, es hora de pensar en tus objetivos financieros. Piensa en lo que le gustaría lograr en el próximo año, cinco años y diez años. Es útil anotarlos.

Algunas ideas: Ahorrar un fondo de emergencia y pagar todas las deudas con intereses altos, como las tarjetas de crédito, son dos buenos lugares para comenzar. Más allá de esto, esfuérzate por poner un porcentaje de tu salario para la jubilación o ahorrar.

Mientras lo haces, escribe tus objetivos de dinero "divertidos", como viajes y una boda. Una vez que hayas hecho esto, ponle un precio a cada uno de estos objetivos y una fecha en la que le gustaría alcanzarlos.

Cuando realices este ejercicio, posiblemente notes que todavía no puedes trabajar en todos tus objetivos. Está bien; simplemente colócalos en orden de mayor prioridad a menor y comienza desde el principio de esa lista.

3. Realiza un seguimiento de tus gastos

Ahora que se han definido tus objetivos y las cuentas están en su lugar, es hora de crear un marco para la elaboración de presupuestos. Y antes de poder elaborar un presupuesto, debes tomarte un tiempo para realizar un seguimiento de tus gastos.

El seguimiento del gasto se verá un poco diferente para todos. Es posible que debas probar algunos métodos diferentes antes de encontrar el que funcione mejor para ti.

Algunas ideas: Realice un seguimiento de tus gastos al estilo de la vieja escuela en un cuaderno, con lápiz y papel, controle los gastos en Excel utilizando los estados de tus bancos o utilizando una aplicación como Money Manager.

Después de realizar un seguimiento de tus gastos durante dos meses (también es posible realizar un seguimiento hacia atrás, si deseas avanzar rápidamente en tu organización financiera), echa un vistazo a tus patrones de gastos. Algunos gastos pueden ser sencillos, como el pago de un préstamo hipotecario o de alquiler. Otras categorías de gastos pueden sorprenderte. La idea aquí es tener una idea realista de tu flujo de efectivo mensual para que puedas construir un plan.

Mientras realizas un seguimiento de tus entradas y salidas mensuales, toma nota de si te sobra dinero extra al final del mes, si estás alcanzando el punto de equilibrio o estás recurriendo a ahorros o utilizando crédito para cubrir la diferencia. Si gastó más de lo que ganaba, ¿esto sucede con frecuencia? Comprende tus patrones.

4. Elabora un presupuesto

Existe una razón por la que realizamos un seguimiento de tus entradas y salidas de efectivo mensuales antes de elaborar un presupuesto. Sin una idea de lo que realmente estás gastando en cada categoría, no tiene una base real para construir una. Con un presupuesto inicial, el primer objetivo es ser realista y conocer tus patrones de gasto. El segundo objetivo es utilizarlo como marco para gastar menos y ahorrar más.

El siguiente paso es crear categorías. Nuevamente, estos serán diferentes para todos, pero algunas categorías comunes incluyen: pago de alquiler / hipoteca, seguro, servicios públicos, comida, entretenimiento, cenas fuera, costos médicos, transporte, suministros de vivienda, ropa, pagos de deudas e imprevistos.

A medida que tu presupuesto mensual y tu técnica de elaboración de presupuestos se simplifiquen, podrás determinar las áreas en las que deseas recortar.

Elija un tipo de presupuesto y un sistema que comprendas y con él que disfrutes trabajarlo.

¡Repiensa y renueva el compromiso!

Todas estas son cosas prácticas que puede hacer fácilmente para pulir tu vida financiera diaria y tal vez incluso ahorrar un poco de dinero. Pero no olvides el panorama general. Utiliza esta temporada para repensar tus metas a largo plazo, especialmente ahorrar para la jubilación. También es un momento perfecto para renovar tus promesas financieras y volver a comprometerte a hacer lo que sea necesario para que el resto del año sea satisfactorio y financieramente seguro.

Definitivamente, organizar y administrar tus finanzas no es la parte más divertida. Pero evitarlo puede causar estrés y arruinar tus finanzas. Por lo tanto, sigue estos pasos y apúntale a un futuro financiero más saludable. ¡Adelante!

El objetivo clave de organizar tus finanzas es saber cuánto gana, a dónde va tu dinero y cómo controlar el flujo de tu efectivo. Una vez que aprenda algunas de estas habilidades, la gestión financiera se vuelve mucho más fácil.